Ximena Rijel: "Sí me tocará el papel de mala sería la peor de todas
Con apenas 15 años, siguiendo el mandato de su sueño, Rijel asistió sola al Teatro San Martín para dar inició a su carrera en el mundo de la actuación. Tiempo después, le llegó su primera oportunidad en televisión.
-¿Y cómo fue ese aquel primer paso artístico?
Ya no recuerdo cuál fue el primero. Pero una de las primeras cosas que hice fue un personaje chiquito en “Verano del 98”, hacía de compañera de facultad de Joaquín Furriel. Me costó mucho incursionar en el medio porque no tenía idea de nada. Ni conocía a nadie. Muy de apoco fui haciendo cosas. Estudiando con maestros, como lo estoy haciendo ahora con el director Luis Romero.
Pero mi primer personaje con continuidad fue para “Culpable de este amor” (Telefé). Lo más importante para mi fue haber participado en la película “Ay Juancito”, de Héctor Olivera. Caí al casting de casualidad y fue lo primero que hice en cine.
-Después llegó tu papel en la comedia “B&B”, ¿ese fue tu gran salto?
Sí. “Bella y Bestia” me encanto porque me permitió jugar bastante con mi personaje (Barbie). Ese tipo de comedia da esa posibilidad de improvisar. Me llamaron para la tira gracias a la participación que hice en “Casi Ángeles”, donde hacía de una ex novia medio loca del personaje de Nico Vázquez.
-En aquella tira trabajaste con la Romina Yan ¿Qué recuerdo te quedo de ella?
Romi era buena compañera. Nunca la escuche hablar mal de nadie. Conmigo fue muy buena. La mayoría de mis escenas eran con ella, y también con Damián De Santo. Con los dos me sentía muy cómoda, era como jugar. Me sorprendí mucho cuando murió. Tengo muchos recuerdos lindos de ella…
-“Cuándo me sonreís” fue otro ciclo en que realizaste una participación. Allí tuviste escenas con Sebastián Estevanez, con quién después estarías en “Dulce Amor” ¿Qué pasó con tu personaje?
Entre al principio de la novela como la “noviecita” de Marcos Guerrero (Sebastián Estevanez). Después descontinuaron el personaje. Creo que tuvo que ver con que no diera de tan mujeriego el personaje de Sebastián, eso no le iba a gustar al público. No con un galán.
-Siempre una de las buenas de la historia ¿No te gustaría hacer el papel de mala?
¡Me encantaría! Podría ser una mala interesante. Quiero incursionar en otros personajes, jugar con otras situaciones. Siempre hice cosas de comedia, como en “Cuando me sonreís”. No tengo una mala de novela a seguir, pero creo que yo superaría a todas.
-¿Qué personajes de los que venís haciendo hablan un poco de vos?
Hmm…depende del personaje. Por lo general recurro a partes mías.
-¿Buenaza, enamoradiza y seductora?
¿Vos decís las tres cosas juntas? (risas) Puede ser…depende del momento.
-Como participe de las grandes historias de amor de novela, ¿esperas tu Príncipe Azul?
No creo en el “Príncipe azul”. Menos en estos tiempos…busco otras cosas. Lo del príncipe azul es una ilusión, una idealización, y yo busco cualidades reales en un hombre.
-Fue algo casi poético lo que insinuaste. Algo así como: “No busco ilusiones sino realidades”
(Risas)¿Viste? Soy rubia y también inteligente.
Texto: Eduardo Martín Gómez (@emartingomez)